En su base, una señal analógica es una señal continua en la que una cantidad variable en el tiempo (como el voltaje, la presión, etc.) representa otra variable en el tiempo. En otras palabras, una variable es un análogo de la otra. El resultado es que los sistemas analógicos permiten representar un número teóricamente infinito de valores: puede alcanzar cualquier valor dentro de los parámetros que rigen el sistema.

Como ejemplo, imaginemos un interruptor de atenuación atado a una bombilla. En un sistema analógico perfecto, el regulador de intensidad de luz tendrá un número infinito de posiciones entre "apagado" y "lleno", y un número correspondientemente infinito de niveles de salida de la bombilla. La salida de la bombilla es análoga a la variable dependiente del tiempo "posición del interruptor del regulador".

Diferencia entre la señal analógica y la digital

Las señales digitales, por el contrario, expresan la variación de la variable del sistema en respuesta a un conjunto de valores discretos (más bien una luz con un interruptor de "encendido/apagado" o una bombilla de tres vías con múltiples niveles de salida discretos).

En un momento dado, incluso disponía de ordenadores analógicos. Estos primeros dispositivos informáticos se utilizaron para calcular complejos problemas científicos e industriales antes del desarrollo de computadoras digitales suficientemente potentes. Utilizaron diversos fenómenos físicos (como cantidades eléctricas o mecánicas) para modelar los problemas a resolver.

El televisor analógico, Radio y televisión mexicanas

Hemos visto señales analógicas en uso en casi todos los tipos de procesamiento de señales y aplicaciones de electrónica de consumo imaginables. En la mayoría de los casos, han sido sustituidas por versiones digitales, aunque los procesos analógicos siguen siendo comunes en el ámbito de la grabación de audio junto con los equipos de grabación digital