Los trastornos alimenticios son afecciones y alteraciones conductuales relacionadas con las conductas alimentarias que se presentan como consecuencia de esfuerzos dramáticos por controlar el peso y la silueta. Igualmente, resulta muy interesante qué es lo que ocurre dentro del cuerpo ante estas alteraciones radicales en el metabolismo. Los trastornos de la alimentación más frecuentes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, y el trastorno alimentario compulsivo. A continuación hablaremos de cada uno de ellos. 

Anorexia nerviosa

Se caracteriza por el rechazo a mantener el peso corporal mínimo, la persona genera un miedo intenso a ganar peso y en ocasiones una percepción distorsionada de su propia imagen. En este caso, la persona limita de forma excesiva su consumo de calorías.  Además, las personas con anorexia llegan a presentar síntomas de ansiedad, depresión y pueden ser obsesivos. La mala nutrición ocasiona, también, tristeza, irritabilidad, aislamiento social e ideas de suicidio. Esto se debe al bajo nivel de calorías que consumen, que terminará afectando diversas funciones del cuerpo, como una baja temperatura, color pálido en las manos, estreñimiento severo y problemas para dormir.

Bulimia nerviosa

Consiste en sucesos cíclicos de una ingesta episódica, rápida y ocasional de grandes cantidades de comida en poco tiempo, seguida de conductas compensatorias como vómito autoinducido, abuso de laxantes y diuréticos, ayuno drástico o ejercicio excesivo. Las personas con bulimia son conscientes de que sus conductas alimenticias son anormales y sienten que escapan de su control, por lo que es común que sientan angustia, culpa, autodesprecio, vergüenza y depresión. Las alteraciones de la serotonina (neurotransmisor que controla el estado de ánimo) y otras alteraciones metabólicas ocasionan que se tornen personas muy ansiosas, sensibles en el ámbito interpersonal y propensos a somatizaciones, llegando a trastornos del estado de ánimo o suicidio. 

Trastorno alimentario compulsivo

Se caracteriza por períodos de voracidad compulsiva, comer en exceso y la sensación de pérdida de control sobre lo que se consume. En ocasiones, se ingieren los alimentos con rapidez, sin apetito o a pesar de que ya exista una sensación de saciedad. Esto ocasiona sentimientos de culpa, enojo o vergüenza. A diferencia de lo que ocurre en la bulimia nerviosa, en este caso no se presentan conductas compensatorias. 

Para alguien con un trastorno alimenticio la imagen corporal se encuentra fuertemente ligada a la auto-imagen. Pensamientos positivos acerca de su cuerpo ocasionarán pensamientos positivos de ella misma, mientras que proyecciones negativas de su cuerpo la llevarán a proyecciones negativas de ella misma. Es decir, si un día se siente “delgada”, pensará mejor de sí misma y viceversa; si se siente “gorda” se convencerá de que es una mala persona. 

Finalmente, si algún ser querido sufre de un trastorno alimenticio tú puedes ayudarlo expresando tu preocupación y deseo de escuchar. Es importante que si tú o un ser querido sufre de algún trastorno alimenticio busques ayuda. Recuerda que eres importante para mucha gente y que tu imagen no te define como persona. 

Revisa este video

Trastornos Alimenticios - Infografía https://www.youtube.com/watch?v=ia3VV6xN1J4

Para saber más:

https://www.nationaleatingdisorders.org/Que-es-un-trastorno-alimenticio

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/eating-disorders/symptoms-causes/syc-20353603

https://revistas.uladech.edu.pe/index.php/increscendo/article/view/124/85

https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/emotional-problems/Paginas/Eating-Disorders-Anorexia.aspx